En pleno 2025, Latinoamérica avanza con decisión hacia un modelo energético más limpio, resiliente y descentralizado. Las energías renovables ya no son una promesa a futuro, sino una realidad en expansión que está transformando las matrices energéticas de países como Chile, Uruguay, Colombia, Brasil y México.
Pero ¿qué podemos esperar para 2026? En este artículo, analizamos las proyecciones, oportunidades y desafíos que marcarán el panorama energético de la región en el corto plazo.
1. Crecimiento sostenido de la capacidad instalada
Para 2026, se espera que la capacidad instalada de fuentes renovables (solar, eólica, hidráulica, biomasa y geotérmica) crezca más del 15% en comparación con 2024. Este crecimiento estará impulsado por:
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Proyectos a gran escala en energía solar y eólica, especialmente en Chile, Brasil y México.
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Inversiones extranjeras en infraestructura energética sostenible.
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Alianzas público-privadas para acelerar la transición energética.
Países como Uruguay, que ya cuentan con una matriz casi 100% renovable, continuarán liderando en innovación y diversificación, incluyendo el desarrollo de tecnologías como el hidrógeno verde.
2. Democratización de la energía
Uno de los grandes avances proyectados para 2026 es la descentralización del acceso energético. Gracias a las soluciones off-grid, microrredes y paneles solares domésticos, más comunidades rurales y zonas aisladas podrán acceder a energía limpia, sin depender de redes centralizadas.
Además, la combinación de energías renovables con almacenamiento en baterías permitirá una mayor estabilidad y autonomía, reduciendo los costos y mejorando la calidad del suministro eléctrico.
3. Electrificación del transporte
La expansión de la electromovilidad irá de la mano con el crecimiento de las energías renovables. Se espera que en 2026, más del 50% de la energía utilizada para cargar vehículos eléctricos en ciudades clave provenga de fuentes limpias.
La integración de cargadores rápidos, estaciones solares y sistemas de gestión inteligente permitirá hacer del transporte eléctrico una opción aún más sostenible y eficiente.
4. Mayor integración regional
Los países de Latinoamérica están avanzando en la interconexión de sus sistemas eléctricos, lo que permitirá un mayor intercambio de energía entre naciones, optimizando recursos y reduciendo pérdidas.
Esta integración energética regional será clave para enfrentar la variabilidad de fuentes como la solar o la eólica, equilibrando la oferta entre zonas con excedentes y aquellas con mayor demanda.
5. Desafíos para 2026
Aunque las proyecciones son optimistas, aún hay desafíos importantes:
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Infraestructura de transmisión limitada en algunos países.
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Necesidad de capacitación técnica para instalar, mantener y operar sistemas renovables.
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Mayor estabilidad regulatoria y acceso a financiamiento para proyectos sostenibles.
En KPN Energy, creemos en un futuro 100% renovable
Desde nuestras operaciones en Chile, Uruguay y Perú, en KPN Energy trabajamos para acelerar la adopción de energías renovables en Latinoamérica, a través de soluciones tecnológicas, asesoría especializada y acompañamiento integral en proyectos de generación limpia y electromovilidad.